Maunabo - Vivos en el espíritu.
Los indios carecían de una codificación escrita, pero decenas de niños de este municipio están empleando una escritura inventada para expresarse en el idioma del pueblo perdido. Incluso, rezan el padrenuestro en la lengua nativa y se llaman por sus “nombres” taínos ante montañas verdosas y riachuelos que serpentean alrededor de su plantel escolar.
Creen, con la misma intensidad que escriben los símbolos de los petroglifos en la pizarra de su salón, que su plantel, la escuela de la comunidad Matuyas Bajo, se construyó sobre un cementerio indígena y frente a un petroglifo del río Maunabo.
El renacimiento de la cultura taína en Puerto Rico, que se ha ido evidenciando en años recientes mediante actividades que realizan algunos ciudadanos para recobrar las costumbres y las ceremonias indígenas, ahora ha tomado un nuevo giro a través de talleres que se les están presentando a menores de dos escuelas públicas de Maunabo. El innovador programa cuenta con el apoyo de las oficinas regionales del Departamento de Educación.
Los niños tanto de Matuyas Bajo como de la escuela Higinio Figueroa Villegas, del barrio Emajagua, se encuentran en el proceso de aprender a hablar taíno y no solamente empleando las cientos de palabras de origen indígena aceptadas por la Real Academia Española por su utilización en Puerto Rico, la República Dominicana y Cuba.
De hecho, los talleres, ofrecidos por una organización sin fines de lucro, cuentan con el endoso del Instituto de Cultura Puertorriqueña y, posiblemente, podrían extenderse a otros 24 planteles escolares de la región sureste, la cual agrupa a otros municipios como Yabucoa y Patillas.
“Queremos impartirle a estos niños el amor a nuestra naturaleza, nuestros valles, nuestros bosques. Los taínos miraban a las montañas, a la tierra, de una forma muy distinta” , sostuvo la profesora y directora del programa sin fines de lucro Guakía Taína-ke, Carlalynne Meléndez.
“Nunca pensé que el programa iba a ser tan exitoso. Creía que los padres se iban a reír, que no iban a tomarlo en serio, pero una vez notaron el interés de los niños, también se han envuelto en los talleres”, añadió la catedrática de antropología del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Símbolos con sentido
Para poder transcribir las palabras taínas, la profesora utiliza una serie de símbolos taínos que ha emparejado con las letras del abecedario. Con increíble facilidad, los niños escriben los símbolos, de hecho, utilizándolos en sus clases de español para traducir las palabras a la lengua olvidada. Cabe destacar que algunas tribus han implementado este sistema ante la falta de una codificación escrita.
“Cuando componen las oraciones también se les pide que las escriban en taíno y a ellos les fascina. Están bien interesados con el programa”, indicó la maestra de español, Juanita Rivera Rodríguez.
A través del consentimiento escrito ofrecido por sus padres, un total de 45 niños de Matuyas Bajo participan en el programa desde hace dos meses. Mientras, otros 75 estudiantes del barrio Emajagua reciben las clases desde principios de noviembre. La mayoría de los niños son de cuarto a sexto grado.
El programa intenta inculcarles a los participantes un amor por el ambiente. Aprenden también a reconocer las Antillas Mayores por sus nombres indígenas, así como los instrumentos musicales de los nativos del archipiélago puertorriqueño.
“Aprendo a explorar y cómo se formó Borikén”, indicó Tatiana León Colón, de 10 años, conocida por sus pares por el nombre taíno de Yara (lugar).
El propio maestro de matemáticas y estudios sociales de Matuyas Bajo, Pedro León, asistió a una sesión del programa para ampliar sus propios conocimientos de historia. “Si todos los estudiantes tendrían esta oportunidad, saldrían adelante”, sostuvo el maestro.
Autor: Francisco Rodríguez-Burns
Fuente: Primera Hora
Los indios carecían de una codificación escrita, pero decenas de niños de este municipio están empleando una escritura inventada para expresarse en el idioma del pueblo perdido. Incluso, rezan el padrenuestro en la lengua nativa y se llaman por sus “nombres” taínos ante montañas verdosas y riachuelos que serpentean alrededor de su plantel escolar.
Creen, con la misma intensidad que escriben los símbolos de los petroglifos en la pizarra de su salón, que su plantel, la escuela de la comunidad Matuyas Bajo, se construyó sobre un cementerio indígena y frente a un petroglifo del río Maunabo.
El renacimiento de la cultura taína en Puerto Rico, que se ha ido evidenciando en años recientes mediante actividades que realizan algunos ciudadanos para recobrar las costumbres y las ceremonias indígenas, ahora ha tomado un nuevo giro a través de talleres que se les están presentando a menores de dos escuelas públicas de Maunabo. El innovador programa cuenta con el apoyo de las oficinas regionales del Departamento de Educación.
Los niños tanto de Matuyas Bajo como de la escuela Higinio Figueroa Villegas, del barrio Emajagua, se encuentran en el proceso de aprender a hablar taíno y no solamente empleando las cientos de palabras de origen indígena aceptadas por la Real Academia Española por su utilización en Puerto Rico, la República Dominicana y Cuba.
De hecho, los talleres, ofrecidos por una organización sin fines de lucro, cuentan con el endoso del Instituto de Cultura Puertorriqueña y, posiblemente, podrían extenderse a otros 24 planteles escolares de la región sureste, la cual agrupa a otros municipios como Yabucoa y Patillas.
“Queremos impartirle a estos niños el amor a nuestra naturaleza, nuestros valles, nuestros bosques. Los taínos miraban a las montañas, a la tierra, de una forma muy distinta” , sostuvo la profesora y directora del programa sin fines de lucro Guakía Taína-ke, Carlalynne Meléndez.
“Nunca pensé que el programa iba a ser tan exitoso. Creía que los padres se iban a reír, que no iban a tomarlo en serio, pero una vez notaron el interés de los niños, también se han envuelto en los talleres”, añadió la catedrática de antropología del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Símbolos con sentido
Para poder transcribir las palabras taínas, la profesora utiliza una serie de símbolos taínos que ha emparejado con las letras del abecedario. Con increíble facilidad, los niños escriben los símbolos, de hecho, utilizándolos en sus clases de español para traducir las palabras a la lengua olvidada. Cabe destacar que algunas tribus han implementado este sistema ante la falta de una codificación escrita.
“Cuando componen las oraciones también se les pide que las escriban en taíno y a ellos les fascina. Están bien interesados con el programa”, indicó la maestra de español, Juanita Rivera Rodríguez.
A través del consentimiento escrito ofrecido por sus padres, un total de 45 niños de Matuyas Bajo participan en el programa desde hace dos meses. Mientras, otros 75 estudiantes del barrio Emajagua reciben las clases desde principios de noviembre. La mayoría de los niños son de cuarto a sexto grado.
El programa intenta inculcarles a los participantes un amor por el ambiente. Aprenden también a reconocer las Antillas Mayores por sus nombres indígenas, así como los instrumentos musicales de los nativos del archipiélago puertorriqueño.
“Aprendo a explorar y cómo se formó Borikén”, indicó Tatiana León Colón, de 10 años, conocida por sus pares por el nombre taíno de Yara (lugar).
El propio maestro de matemáticas y estudios sociales de Matuyas Bajo, Pedro León, asistió a una sesión del programa para ampliar sus propios conocimientos de historia. “Si todos los estudiantes tendrían esta oportunidad, saldrían adelante”, sostuvo el maestro.
Autor: Francisco Rodríguez-Burns
Fuente: Primera Hora
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